POLÍTICA COMPARATIVA: PRESTIGE VS GUADALAJARA
Tiene razón Zapatero cuando dice que la respuesta de los políticos socialistas a las tragedias humanas y ecológicas no se puede comparar con la que dio el gobierno Aznar. Comparemos, por ejemplo, el accidente del Prestige y el incendio de Guadalajara, y la consecuente reacción de los políticos populares y socialistas.
Cuando se hundió el Prestige, el presidente autonómico Fraga se encontraba y continuó sin inmutarse- de cacería en tierras muy alejadas del foco del problema.
En cambio ante la tragedia del incendio de Guadalajara el presidente autonómico se encontraba en una barbacoa cercana, en la misma Castilla-La Mancha, y aunque continuó sin inmutarse, no podemos negar que estos nuevos socialistas de Zapatero presentan una mayor cercanía a sus ciudadanos, y sobre todo unos gustos mucho más proletarios, pues merendar en una barbacoa es propio del pueblo llano, mientras que participar en una cacería es un signo de elitismo aristocrático.
Comparemos ahora la reacción de Aznar y de Zapatero. Ninguno de los dos se dignó acudir al lugar de la tragedia, pero no podemos comparar la sensibilidad cultural de Zapatero, que siguió sin inmutarse presenciando una representación de la ópera La flauta mágica de Mozart, con la atrabiliaria actividad de Aznar, que sin duda estaba practicando alguna actividad chusca, como hacer jogging o jugar al paddle.
Luego Zapatero ha huido nada menos que a la dictadura nacional-comunista de China, para continuar evangelizando con su alianza de civilizaciones, alianza de países democráticos con dictaduras como las islámicas y las nacional-comunistas. Aznar tampoco se atrevió a pisar suelo gallego, no recuerdo si se fue a algún país lejano, pero seguro que si lo hizo sería a alguna decadente democracia como la inglesa o la estadounidense.
Realmente, no se puede comparar. Sobre todo, porque en Guadalajara ha habido un ¡plaf! de once muertos.
Cuando se hundió el Prestige, el presidente autonómico Fraga se encontraba y continuó sin inmutarse- de cacería en tierras muy alejadas del foco del problema.
En cambio ante la tragedia del incendio de Guadalajara el presidente autonómico se encontraba en una barbacoa cercana, en la misma Castilla-La Mancha, y aunque continuó sin inmutarse, no podemos negar que estos nuevos socialistas de Zapatero presentan una mayor cercanía a sus ciudadanos, y sobre todo unos gustos mucho más proletarios, pues merendar en una barbacoa es propio del pueblo llano, mientras que participar en una cacería es un signo de elitismo aristocrático.
Comparemos ahora la reacción de Aznar y de Zapatero. Ninguno de los dos se dignó acudir al lugar de la tragedia, pero no podemos comparar la sensibilidad cultural de Zapatero, que siguió sin inmutarse presenciando una representación de la ópera La flauta mágica de Mozart, con la atrabiliaria actividad de Aznar, que sin duda estaba practicando alguna actividad chusca, como hacer jogging o jugar al paddle.
Luego Zapatero ha huido nada menos que a la dictadura nacional-comunista de China, para continuar evangelizando con su alianza de civilizaciones, alianza de países democráticos con dictaduras como las islámicas y las nacional-comunistas. Aznar tampoco se atrevió a pisar suelo gallego, no recuerdo si se fue a algún país lejano, pero seguro que si lo hizo sería a alguna decadente democracia como la inglesa o la estadounidense.
Realmente, no se puede comparar. Sobre todo, porque en Guadalajara ha habido un ¡plaf! de once muertos.
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