François-Marie Arouet Voltaire marcó un punto de inflexión en el Siglo de la Luces, en el movimiento cultural de la Ilustración, al basar la defensa de la tolerancia en el lema “aplastemos la infamia”. Vale decir, en la lucha contra la intolerancia, expresada fundamentalmente en tres vertientes: la superstición, la tiranía y el fanatismo.

Patxi Arroeta, el humilde autor de estas líneas es un vasco que combate con la palabra esta triple amenaza que hoy en día supone el nacionalismo étnico vasco, que combate con la palabra libre, sin miedo a resultar molesto. Porque sabe que la luz, las luces, molestan a los ojos de quienes viven en la oscuridad.

Soy Patxi Arroeta, un vasco que ya peina canas y que siguiendo la consigna del maestro Voltaire -“mi vida es un combate”- mantengo una permanente confrontación intelectual contra la superstición, la tiranía y el fanatismo. Dediqué los mejores años de mi juventud a combatir el franquismo, buena parte de mi madurez a luchar contra el etnicismo vasco, y pienso ofrecer los años que me queden a batallar contra los fundamentalismos nacionalistas y religiosos. Defendiendo una sociedad libre, abierta, moderna, progresista, plural y laica, pero sin miedo a resultar políticamente incorrecto y decidido a derribar los muros mediáticos del Discurso de Valores Dominante.