La inquietante similitud entre EL PAÍS y Ben Laden
Jamás el sectarismo del grupo PRISA, dirigido financieramente por Jesús Polanco e ideológicamente por Juan Luis Cebrián, había llegado tan lejos, ni había manchado de una forma irreparable la credibilidad del diario de referencia de España, El País. En un editorial que ha dado la vuelta al mundo y que ha marcado para siempre al diario El País bajo el signo de la infamia y la ignominia, se atrevió a escribir literalmente: En la invención del pasado, y la reivindicación de las cruzadas entre el Islam y la cristiandad, hay una inquietante similitud entre Aznar y Bin Laden".
Hasta ahora, el falangista bajo Franco y socialista bajo González, Juan Luis Cebrián, había utilizado a la cadena SER como mamporrero del PSOE: para atacar de forma sectaria y partidista al PP, para ocultar la corrupción y el terrorismo de Estado del PSOE de Felipe González, para defenestrar a Nicolás Redondo tengo grabada en la memoria la ejecución político-mediática de Nicolás Redondo en un programa nocturno de Carlos Llamas, una entrevista pornográfica en lo político equivalente a las de otro amigo de la casa, el pornógrafo oficial de la izquierda basura Javier Sardá-, y por supuesto para lanzar a las masas al asalto de las sedes del PP en la jornada de reflexión del 13-M. Pero Cebrián había tratado de mantener al diario El País dentro de lo políticamente correcto, siempre a favor de su opción ideológica, el PSOE, pero sin caer en el sectarismo, el partidismo y la indecencia de su otro brazo mediático, la SER.
¿Qué ha pasado para que el periódico más vendido de España haya caído de manera tan obscena en el fango de la historia universal de la infamia? ¿Será verdad que Polanco está enfermo y que el consejero-delegado ha decidido lanzar definitivamente a todo el grupo PRISA a la guerra política? ¿Ocurre esto ahora porque ha visto que el angelical Zapatero naufraga en la política internacional cada vez que abre la boca, y probablemente naufragará en la política nacional en cuanto tenga que enfrentarse al secesionismo vasco y catalán?
Como los amigos peneuvistas de Cebrián, que demostraron su faz totalitaria al denunciar una inquietante similitud entre Aznar y ETA, Cebrián olvida que un demócrata no puede comparar a un presidente de gobierno elegido democráticamente por mayoría absoluta con una banda terrorista.
Quizá la única inquietante similitud entre un gobernante y el terrorismo fue la de su amigo Felipe González, el señor X del GAL, al cual por cierto Cebrián defendió con uñas y dientes. ¿Mala conciencia, señor Cebrián?"
Hasta ahora, el falangista bajo Franco y socialista bajo González, Juan Luis Cebrián, había utilizado a la cadena SER como mamporrero del PSOE: para atacar de forma sectaria y partidista al PP, para ocultar la corrupción y el terrorismo de Estado del PSOE de Felipe González, para defenestrar a Nicolás Redondo tengo grabada en la memoria la ejecución político-mediática de Nicolás Redondo en un programa nocturno de Carlos Llamas, una entrevista pornográfica en lo político equivalente a las de otro amigo de la casa, el pornógrafo oficial de la izquierda basura Javier Sardá-, y por supuesto para lanzar a las masas al asalto de las sedes del PP en la jornada de reflexión del 13-M. Pero Cebrián había tratado de mantener al diario El País dentro de lo políticamente correcto, siempre a favor de su opción ideológica, el PSOE, pero sin caer en el sectarismo, el partidismo y la indecencia de su otro brazo mediático, la SER.
¿Qué ha pasado para que el periódico más vendido de España haya caído de manera tan obscena en el fango de la historia universal de la infamia? ¿Será verdad que Polanco está enfermo y que el consejero-delegado ha decidido lanzar definitivamente a todo el grupo PRISA a la guerra política? ¿Ocurre esto ahora porque ha visto que el angelical Zapatero naufraga en la política internacional cada vez que abre la boca, y probablemente naufragará en la política nacional en cuanto tenga que enfrentarse al secesionismo vasco y catalán?
Como los amigos peneuvistas de Cebrián, que demostraron su faz totalitaria al denunciar una inquietante similitud entre Aznar y ETA, Cebrián olvida que un demócrata no puede comparar a un presidente de gobierno elegido democráticamente por mayoría absoluta con una banda terrorista.
Quizá la única inquietante similitud entre un gobernante y el terrorismo fue la de su amigo Felipe González, el señor X del GAL, al cual por cierto Cebrián defendió con uñas y dientes. ¿Mala conciencia, señor Cebrián?"
1 comentario
trinka -