Antisemitismo en Zaragoza
Un viejo fantasma recorre Europa: el antisemitismo. Mejor llamarlo judeofobia, porque las fuerzas de la reacción que siempre se opusieron a la Ilustración y a la revolución democrático-liberal iniciada en Francia, convenientemente denostadas como contubernio judeo-masónico, después del nazismo han encontrado un nuevo mamporrero, esta vez de alcance no limitado a Europa, sino al mundo entero: el islamismo. Y siendo el islamismo un fanatismo destructivo de la civilización originado en el mundo árabe, también semita como el mundo hebreo, más vale ser rigurosos y llamarlo judeofobia y no antisemitismo.Hemos oído del reverdecer de la judeofobia en Alemania, en Francia recientemente, pero también está arraigando entre nosotros los españoles. Y lo peligroso es que en España tenemos dos fuerzas que lo azuzan de manera inmisericorde: el viejo nacional-catolicismo que todos tenemos grabado en nuestro inconsciente colectivo, y el nuevo izquierdismo germanófilo y por tanto antijudío, que nos invade desde la transición.
Lo que ha ocurrido en Zaragoza es una señal de alarma tremenda para el futuro que nos espera. Pero nuestra derecha sigue en babia tratando de defender y a la vez recluir a ese histrión de la política, resentido y provocador, en que se ha convertido Aznar posible tumba política de un moderado y centrista Rajoy-, y buena parte de nuestra izquierda sigue los dictados del poder político-mediático del prisismo, el bastión de la germanofilia y de la judeofobia en España dirigido por los ex franquistas Jesús Polanco como financiero y Juan Luis Cebrián como ideólogo.
Inquietante la noticia de El Periódico de Aragón, y esclarecedor el artículo en EPD de Enrique Gómez.
1 comentario
Arjonero -
Estoy de acuerdo con todo lo referente al Islam