Esperanza en la izquierda navarra
Un rayo de luz para el progresismo navarro ha aparecido en esta comunidad foral: J. J. Lizarbe, el Patxi López navarro, el líder social-nacionalista vasco que ha conducido el PSN en los últimos siete años a ser una fuerza casi residual por su alianza tácita con los enemigos de la libertad en Navarra, los nacionalistas vascos que tratan de anexionarla a la futura e imaginaria Gran Euskal Herria, ha sido derrotado en el congreso regional. Como no podía ser de otra forma, Lizarbe intentó el pucherazo, con la anulación previa de once delegados pro-Chivite, lo que obligó a la intervención de la Ejecutiva del PSOE que amenazó con una gestora.
Carlos Chivite, que parece que pertenece a la históricamente fecunda escuela socialista de la Ribera Navarra, que tantos triunfos dio en el pasado a toda Navarra por su apasionada defensa del progresismo navarro y español, alejado de toda sumisión al imperialismo vasco patrocinado por caciques y clérigos, ha ganado contra pronóstico el congreso regional.
El progresismo navarro, náufrago en los últimos años por la corrupción de Urralburu y sus amigos, las alianzas tripartitas y cuatripartitas con el secesionismo imperialista vasco, las obligadas fugas de sus cerebros fundadores como Víctor Manuel Arbeloa ante esta deriva hacia el etnicismo vasco aliado tácito a su vez de ETA, parece que ha llegado a tierra firme. Esperemos que sea la tierra prometida de la defensa de la libertad frente al nacionalismo vasco imperialista y cómplice del terrorismo, la tierra prometida de la igualdad frente al reaccionario proyecto de limpieza étnica del nacionalismo vasco que ha infectado una parte de la sociedad navarra cual virus mortal, la tierra prometida de la solidaridad frente a los que quieren separar a los navarros del resto de los ciudadanos españoles, sometidos todos ellos al imperio de una misma ley que garantiza la democracia: la constitución de 1978.
Carlos Chivite, que parece que pertenece a la históricamente fecunda escuela socialista de la Ribera Navarra, que tantos triunfos dio en el pasado a toda Navarra por su apasionada defensa del progresismo navarro y español, alejado de toda sumisión al imperialismo vasco patrocinado por caciques y clérigos, ha ganado contra pronóstico el congreso regional.
El progresismo navarro, náufrago en los últimos años por la corrupción de Urralburu y sus amigos, las alianzas tripartitas y cuatripartitas con el secesionismo imperialista vasco, las obligadas fugas de sus cerebros fundadores como Víctor Manuel Arbeloa ante esta deriva hacia el etnicismo vasco aliado tácito a su vez de ETA, parece que ha llegado a tierra firme. Esperemos que sea la tierra prometida de la defensa de la libertad frente al nacionalismo vasco imperialista y cómplice del terrorismo, la tierra prometida de la igualdad frente al reaccionario proyecto de limpieza étnica del nacionalismo vasco que ha infectado una parte de la sociedad navarra cual virus mortal, la tierra prometida de la solidaridad frente a los que quieren separar a los navarros del resto de los ciudadanos españoles, sometidos todos ellos al imperio de una misma ley que garantiza la democracia: la constitución de 1978.
1 comentario
Gustavo -
Saludos.