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LA VASCONIA DE LAS LUCES

Equidistancia criminal

Equidistancia criminal El informe de Amnistía Internacional sobre España es demoledor. Demoledor para la credibilidad, ya precaria, de esta antes digna asociación de defensa de los derechos humanos. A.I. se hunde irremisiblemente por el desagüe de la Historia.

A.I. habla de grupo armado, para referirse a la organización terrorista ETA.

A.I. habla de crisis vasca, para ocultar la realidad de un nacionalismo étnico vasco que tiene amenazados, extorsionados y en el corredor de la muerte a la mitad de los vascos que no somos nacionalistas.

A.I. habla de homicidios de civiles, para ocultar que lo que ETA hace es asesinar, y asesinar civiles y no civiles; a los dos policías asesinados ni los enumera siquiera.

A.I. habla de amenazas para la libertad de expresión y de reunión, para ocultar la realidad de la actuación rigurosamente democrática de las Cortes españolas al legislar, y de los Tribunales de Justicia al actuar, para perseguir los delitos de colaboración con el terrorismo de partidos, candidaturas y periódicos.

A.I. olvida una máxima de uno de los representantes más ilustres del republicanismo romano, y por ende de la pre-izquierda histórica, Marco Tulio Cicerón: “Las causas de los hechos son siempre más interesantes que los hechos en sí”.

A.I. se sitúa así en la equidistancia entre la democracia y el totalitarismo, entre la libertad y la opresión, entre la civilización y la barbarie, entre la vida y la muerte. Su aséptica equidistancia es pues una equidistancia criminal.

1 comentario

Fernando Peregrín -

Supongo que habrá leído el informe de HRW Inc. para España.

Es más abyecto todavía que el de AIE.

El problema es que, a los dueños de estas organizaciones, que están nadando en dólares y euros (como los de Greenpeace, a los que conozco con nombres y apellidos y se qué yates tienen y en que sitios viven), sólo les importa el dinero, no la verdad. Y ya sabe, los activistas, dispuestos a pagar cuota y a trabajar como voluntarios, quieren que se diga lo qu ellos piensan.

Leyendo estos informas sobre el País Vasco, ya se puede imaginar quién los ha redactado y por qué.

Lo que me parece indigno es que El País, por ejemplo, se haga eco de ello como si fuera una encíclica papal.