PATXI LÓPEZ Y EL SILENCIO DE LOS BUENOS
El actual secretario general del PSE, el intelectual Patxi López, en su papel de mamporrero designado por Zapatero para que ETA pueda sodomizar al País Vasco, ha culminado una semana de despropósitos democráticos que resultará difícil de superar en el futuro.
Este demócrata de firmes convicciones ha dicho una serie de disparates tremenda. Primero, ante la citación judicial del jefe del frente obrero de ETA, Díez Usabiaga, eructó de forma grosera al decir que ese acto del independiente poder judicial era una chinita en el camino de la normalización que ha emprendido el ejecutivo, es decir, del proceso de negociación que Zapatero lleva tiempo realizando por personas interpuestas con ETA.
Luego la copia gris del palanganero Madrazo, el oscuro López, ventoseó de manera obscena, cuando propuso amordazar a la prensa libre para que el ignominioso proceso de rendición ante una organización terrorista que lleva a cabo su jefe no se vea obstruido. Para mayor infamia, el liquidador del Estado de derecho solicitó que todos remáramos en la misma dirección.
Pues va a ser que no, señor López. Cientos de miles de vascos y millones de españoles no vamos a remar en la dirección que marca el Gran Timonel Zapatero, es decir, de conseguir el cese del terrorismo nacionalista vasco a cambio de rendir la democracia española de 1978 a la alternativa KAS, alternativa que dinamita la constitución al reclamar una amnistía para los asesinos, la anexión de Navarra por parte del País Vasco y la autodeterminación de la Gran Euskalherria.
¡No nos callarán! Y denunciaremos a los buenos que callen ante la destrucción de la democracia española. El ignaro López, que mintió al hacer figurar en su currículo que era licenciado en Económicas cuando no lo es, sin duda tampoco ha leído a los defensores de los derechos civiles, como Luther King, por ejemplo. Pero nosotros sí. Y recordamos lo que dijo:
Algún día, nuestra generación no sólo lamentará los actos malvados de los malos, sino también el terrible silencio de los buenos.
Este demócrata de firmes convicciones ha dicho una serie de disparates tremenda. Primero, ante la citación judicial del jefe del frente obrero de ETA, Díez Usabiaga, eructó de forma grosera al decir que ese acto del independiente poder judicial era una chinita en el camino de la normalización que ha emprendido el ejecutivo, es decir, del proceso de negociación que Zapatero lleva tiempo realizando por personas interpuestas con ETA.
Luego la copia gris del palanganero Madrazo, el oscuro López, ventoseó de manera obscena, cuando propuso amordazar a la prensa libre para que el ignominioso proceso de rendición ante una organización terrorista que lleva a cabo su jefe no se vea obstruido. Para mayor infamia, el liquidador del Estado de derecho solicitó que todos remáramos en la misma dirección.
Pues va a ser que no, señor López. Cientos de miles de vascos y millones de españoles no vamos a remar en la dirección que marca el Gran Timonel Zapatero, es decir, de conseguir el cese del terrorismo nacionalista vasco a cambio de rendir la democracia española de 1978 a la alternativa KAS, alternativa que dinamita la constitución al reclamar una amnistía para los asesinos, la anexión de Navarra por parte del País Vasco y la autodeterminación de la Gran Euskalherria.
¡No nos callarán! Y denunciaremos a los buenos que callen ante la destrucción de la democracia española. El ignaro López, que mintió al hacer figurar en su currículo que era licenciado en Económicas cuando no lo es, sin duda tampoco ha leído a los defensores de los derechos civiles, como Luther King, por ejemplo. Pero nosotros sí. Y recordamos lo que dijo:
Algún día, nuestra generación no sólo lamentará los actos malvados de los malos, sino también el terrible silencio de los buenos.
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