IBARRETXE, HUMILLADO ANTE DIOS Y ANTE ETA
Merece leer con atención el juramento del lehendakari Ibarretxe bajo el árbol de Gernika: «Ante Dios humillado, en pie sobre tierra vasca, en recuerdo de los antepasados
». Es decir, todo un trílogo de progresismo, pues no sin sonrojo muchos miembros del PSOE e intelectuales de PRISA nos dan la tabarra una y otra vez haciéndonos ver que el PNV, y los nacionalistas periféricos en general, son mucho más progresistas que el cavernario PP.
O sea, que el jefe de la tribu ancestral se humilla ante el dios de los cielos, ante la tierra madre y ante el espíritu de la etnia, los tres elementos fundamentales de la Reacción, de la Caverna, en definitiva de la superstición, del oscurantismo y de la tiranía, los tres ídolos derribados hace ya más de dos siglos en la Europa de las Luces.
Los tres iconos que simbolizan la minoría de edad del hombre superada por la Ilustración. El dios animista del Paleolítico representado por los antepasados de la etnia ancestral. El dios telúrico del Neolítico hecho presente en la adoración a la Tierra Madre. El dios celestial de la Edad de los Metales como trasunto patriarca de la tribu.
Claro que a lo peor lo que quería decir Ibarretxe es que se humillaba ante los dioses del etnicismo, cuya máxima expresión que es ETA le ha proclamado lehendakari con dos de sus parlamentarios. Parlamentarios que nunca deberían haberlo sido según la vigente Ley de Partidos, pero que el negociador con ETA, Zapatero, inculcó gravemente en su único e indecente beneficio político sectario.
Por eso lo que vemos en realidad es a Ibarretxe humillado ante ETA, que le ha nombrado presidente del gobierno vasco, y ello gracias a la gestión de Zapatero, por lo que en el fondo lo que aparece ante nuestros ojos es el Estado de derecho humillado ante una organización terrorista.
O sea, que el jefe de la tribu ancestral se humilla ante el dios de los cielos, ante la tierra madre y ante el espíritu de la etnia, los tres elementos fundamentales de la Reacción, de la Caverna, en definitiva de la superstición, del oscurantismo y de la tiranía, los tres ídolos derribados hace ya más de dos siglos en la Europa de las Luces.
Los tres iconos que simbolizan la minoría de edad del hombre superada por la Ilustración. El dios animista del Paleolítico representado por los antepasados de la etnia ancestral. El dios telúrico del Neolítico hecho presente en la adoración a la Tierra Madre. El dios celestial de la Edad de los Metales como trasunto patriarca de la tribu.
Claro que a lo peor lo que quería decir Ibarretxe es que se humillaba ante los dioses del etnicismo, cuya máxima expresión que es ETA le ha proclamado lehendakari con dos de sus parlamentarios. Parlamentarios que nunca deberían haberlo sido según la vigente Ley de Partidos, pero que el negociador con ETA, Zapatero, inculcó gravemente en su único e indecente beneficio político sectario.
Por eso lo que vemos en realidad es a Ibarretxe humillado ante ETA, que le ha nombrado presidente del gobierno vasco, y ello gracias a la gestión de Zapatero, por lo que en el fondo lo que aparece ante nuestros ojos es el Estado de derecho humillado ante una organización terrorista.
1 comentario
eduardo tellez lugaro -
Saludos
Eduardo
Santiago de Chile