TRES JUECES HEDIONDOS
Tres miserables, tres seres insensibles al dolor de las víctimas del terrorismo, a un mínimo sentido de la justicia y al significado del concepto de democracia que muchos tenemos, han sentenciado que el aparato juvenil organizado en ETA para perpetrar el terrorismo callejero no es terrorismo (sic).
Contra el sentido común y según parece contra todo tipo de evidencias, tres personajes infames, deshonrosos, deshonestos, oprobiosos, indignos, ignominiosos, mancillantes, abyectos, bajos, inmorales, viles, villanos, ruines y ominosos han liberado a la tropa del equipo filial de ETA, los terroristas en prácticas, que con tanto esfuerzo habían sido detenidos por la Policía bajo la dirección del juez Garzón. Al parecer todo tipo de armas y artefactos excepto pistolas y bombas- utilizados para perseguir, expoliar, amenazar, apalear, destrozar y quemar personas y cosas en el País Vasco no son tales armas (sic).
Claro que sólo hay que conocer el historial de estos tres personajes para la Historia Universal de la Infamia para comprenderlo: Un tal Guevara, atrabiliario juez de delirante talante, como el de encarcelar directores de periódico por puro capricho, como él mismo reconoció en su día. Otro monstruo, el tal Ollero que tuvo la mala suerte de que se le fugara el Narco volador, el mayor narcotraficante apresado por la Policía española. Y por último, ese juez estrella de flequillo cuidadosamente pasado por peluquería de lujo, el novio de la Barbie, el tal Pedraz que pretende excarcelar este verano al asesino en serie de Juana Chaos, un etarra no sólo no arrepentido, sino que según la Audiencia Nacional hizo alarde y exaltación de su pertenencia a ETA.
Pedraz, Ollero y Guevara: tres seres repugnantes, que huelen que el Amo de España y su monaguillo político Zapatero están por la negociación con ETA, por lo que pareciera que navegan a favor del viento.
Tres jueces que no sólo huelen, sino que a muchos nos resultan hediondos para la Justicia, la Libertad, la Dignidad y la Democracia.
Contra el sentido común y según parece contra todo tipo de evidencias, tres personajes infames, deshonrosos, deshonestos, oprobiosos, indignos, ignominiosos, mancillantes, abyectos, bajos, inmorales, viles, villanos, ruines y ominosos han liberado a la tropa del equipo filial de ETA, los terroristas en prácticas, que con tanto esfuerzo habían sido detenidos por la Policía bajo la dirección del juez Garzón. Al parecer todo tipo de armas y artefactos excepto pistolas y bombas- utilizados para perseguir, expoliar, amenazar, apalear, destrozar y quemar personas y cosas en el País Vasco no son tales armas (sic).
Claro que sólo hay que conocer el historial de estos tres personajes para la Historia Universal de la Infamia para comprenderlo: Un tal Guevara, atrabiliario juez de delirante talante, como el de encarcelar directores de periódico por puro capricho, como él mismo reconoció en su día. Otro monstruo, el tal Ollero que tuvo la mala suerte de que se le fugara el Narco volador, el mayor narcotraficante apresado por la Policía española. Y por último, ese juez estrella de flequillo cuidadosamente pasado por peluquería de lujo, el novio de la Barbie, el tal Pedraz que pretende excarcelar este verano al asesino en serie de Juana Chaos, un etarra no sólo no arrepentido, sino que según la Audiencia Nacional hizo alarde y exaltación de su pertenencia a ETA.
Pedraz, Ollero y Guevara: tres seres repugnantes, que huelen que el Amo de España y su monaguillo político Zapatero están por la negociación con ETA, por lo que pareciera que navegan a favor del viento.
Tres jueces que no sólo huelen, sino que a muchos nos resultan hediondos para la Justicia, la Libertad, la Dignidad y la Democracia.
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