¿DÓNDE ESTABA LA IZQUIERDA OFICIAL?
Ayer nos manifestamos por las calles de Madrid contra la infamia de un gobierno que pretende una paz sin vencedores ni vencidos entre el Estado de derecho y una organización política terrorista. Fuimos más de un millón de ciudadanos, diga lo que diga el aparato goebbelsiano de PRISA y sus empleados del gobierno.
Sin duda fue un gran éxito, y las víctimas del terrorismo pudieron ver que no están solas, que al menos media España les apoya en su reivindicación de Memoria, Dignidad y Justicia.
Pero los que vamos más allá del aspecto humano, los que combatimos la rendición del Estado de derecho a la ignominia del nacionalismo étnico, no podemos estar del todo satisfechos. Mi pesar, desde un punto de vista político y frío, es ver que por las calles de Madrid marchábamos muchos ciudadanos que en el pasado hemos votado al PSOE, muchos progresistas que defendemos a los humildes las víctimas- frente a los poderosos los verdugos-. Pero hay que reconocer que la mayoría de ciudadanos de la manifestación contra la negociación ZPETA siguen al PP, cuya plana mayor política marchaba también en ella.
¿Dónde estaba la izquierda política defensora del Estado de derecho y de la Justicia? ¿Dónde estaban los puntales cívicos de la historia reciente en la lucha contra ETA como Basta ya? ¿Dónde estaban los socialistas críticos con la política de apaciguamiento y contemporización con el Terror del PSOE? ¿Dónde estaba Fernando Savater?
Sin ellos, todo será más difícil. Y si Zapatero se mantiene en el poder, todo será posible, incluso la victoria política de ETA cuando estaba prácticamente muerta. La responsabilidad de la izquierda oficial es histórica. La Historia les juzgará, como juzgó a los apaciguadores que intentaron domesticar a la Bestia Parda o a la Bestia Roja. Hay más de cien millones de cadáveres contemplándolos con repugnancia por su infamia.
En cualquier caso, será bueno recordar las palabras del presidente de la AVT: Hoy es el día en que la razón, el sentido común, la defensa de la memoria, la dignidad y la justicia de todas las víctimas del terrorismo nos dicen que no debemos permitir ni un día más que el Gobierno se arrodille ante ETA. Las víctimas y la sociedad no estamos dispuestos a someternos al vergonzoso, demencial y siniestro proceso de pacificación que el Gobierno quiere vendernos, sin vencedores ni vencidos".
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