UN REAL PARTO PROGRAMADO
El real parto en realidad una intervención quirúrgica de cesárea- fue programado con absoluta meticulosidad en día, hora y condiciones.
Ahora, durante días y días vamos a tener a todas la televisiones, radios y periódicos hablando y hablando sobre el esperado tema de cotilleo nacional. Tanto los medios serios, como especialmente la tele-basura que es el nuevo opio del pueblo, proyectarán el foco sobre el esperado acontecimiento. El resto del país quedará a oscuras.
Ya decía Schopenhauer que Los oscurantistas son gentes que desean apagar la luz para poder robar.
Los coautores del engendro anticonstitucional, empezando por Zapatero, pasando por Montilla, Maragall, Carod-Rovira y otros hasta llegar al consejero en jefe, Bargalló, llevaban días pidiendo a los medios de comunicación, tertulianos y ciudadanos en general que no se hablara tanto del proyecto estatutario, para evitar la crispación (sic).
Bueno, pues una dosis inmensa de opio leonorino será exhalada por tierra, mar y aire. Todos estaremos mucho menos crispados. Muchos no se enterarán de nada. ¡Qué suerte tiene Zapatero!
Naturalmente, el que el real parto fuera programado para dos o tres semanas antes de la fecha marcada por la naturaleza, y exactamente para dos días antes del histórico -para el futuro de la ciudadanía española- debate en las Cortes sobre el acto de sedición que supone el proyecto de constitución (sic) para la nación (sic) catalana es pura coincidencia.
Naturalmente.
Ahora, durante días y días vamos a tener a todas la televisiones, radios y periódicos hablando y hablando sobre el esperado tema de cotilleo nacional. Tanto los medios serios, como especialmente la tele-basura que es el nuevo opio del pueblo, proyectarán el foco sobre el esperado acontecimiento. El resto del país quedará a oscuras.
Ya decía Schopenhauer que Los oscurantistas son gentes que desean apagar la luz para poder robar.
Los coautores del engendro anticonstitucional, empezando por Zapatero, pasando por Montilla, Maragall, Carod-Rovira y otros hasta llegar al consejero en jefe, Bargalló, llevaban días pidiendo a los medios de comunicación, tertulianos y ciudadanos en general que no se hablara tanto del proyecto estatutario, para evitar la crispación (sic).
Bueno, pues una dosis inmensa de opio leonorino será exhalada por tierra, mar y aire. Todos estaremos mucho menos crispados. Muchos no se enterarán de nada. ¡Qué suerte tiene Zapatero!
Naturalmente, el que el real parto fuera programado para dos o tres semanas antes de la fecha marcada por la naturaleza, y exactamente para dos días antes del histórico -para el futuro de la ciudadanía española- debate en las Cortes sobre el acto de sedición que supone el proyecto de constitución (sic) para la nación (sic) catalana es pura coincidencia.
Naturalmente.
1 comentario
Jorge -
Llegan tiempos de gran confusión cuando menos podíamos esperarlo, faltan dirigentes con dignidad, y algunos que la tienen están amordazados (véase los dirigentes del PSE premiados con el poder y los aparcados del mismo. Sirva de ejemplo en cabeza ajena).
Saludos