LA FURTIVA RENDICIÓN DE LA DEMOCRACIA ESPAÑOLA
Zapatero, con su reunión transparente con Ibarretxe, el opositor a la lehendakaritza del socialista Patxi López, está consumando la ignominia anunciada por algunos desde su asalto al poder montado en la onda expansiva de la masacre del 11-M. Su proyecto de demolición de la España constitucional avanza y avanza, soportada en lo que podemos llamar el Plan Lizarra-Perpiñán. Sólo un plan de este estilo, imposible de vender a los ciudadanos, explica la hoja de ruta clandestina que ha iniciado Zapatero.
Se trata de lograr el alto el fuego de ETA rindiendo el Estado de derecho español a las exigencias del nacionalismo terrorista vasco, que desde la transición intenta alcanzar la independencia de Euskal Herria quebrando la democracia española que nos defiende a la mitad de los vascos de la limpieza étnica y de la persecución. El frente de Lizarra fracasó por ser exclusivamente nacionalista, y de eso se dio cuenta ETA antes que el PNV. Siguiendo los sabios consejos del independentista catalán Carod-Rovira, ETA pretende ahora utilizar la decadente y posmoderna teoría de la España confederal del oligarca Polanco y de su peón Zapatero para derrotar al Estado.
En efecto, una confederación unida tan sólo por la monarquía borbónica, que asegura la pertenencia a la UE de unas naciones ibéricas independientes de facto, Cataluña, Euskal Herria y Galicia, colmaría los deseos de ETA, al menos de momento. Y Zapatero presentaría la consecución de la Paz como su aval para convocar unas elecciones generales y conseguir mayoría absoluta. Y con sus aliados nacionalistas quizá podrían demoler la constitución de 1978.
El transparente Zapatero insulta a la democracia española con su obscena reunión, que ha sido pública pero furtiva, reservada, clandestina, secreta, oculta, subrepticia, sinuosa, tortuosa, tenebrosa. Como si esto fuera una dictadura bananera al estilo de sus admirados Castro, Chávez o Kirchner. Claro que la paz que Zapatero está pactando con Otegi y con Ibarretxe es la paz de los cementerios. Cementerios que darán piadosa sepultura no sólo a la democracia española sino a muchos ciudadanos que sucumbirán víctimas de la limpieza étnica y del enfrentamiento civil.
Se trata de lograr el alto el fuego de ETA rindiendo el Estado de derecho español a las exigencias del nacionalismo terrorista vasco, que desde la transición intenta alcanzar la independencia de Euskal Herria quebrando la democracia española que nos defiende a la mitad de los vascos de la limpieza étnica y de la persecución. El frente de Lizarra fracasó por ser exclusivamente nacionalista, y de eso se dio cuenta ETA antes que el PNV. Siguiendo los sabios consejos del independentista catalán Carod-Rovira, ETA pretende ahora utilizar la decadente y posmoderna teoría de la España confederal del oligarca Polanco y de su peón Zapatero para derrotar al Estado.
En efecto, una confederación unida tan sólo por la monarquía borbónica, que asegura la pertenencia a la UE de unas naciones ibéricas independientes de facto, Cataluña, Euskal Herria y Galicia, colmaría los deseos de ETA, al menos de momento. Y Zapatero presentaría la consecución de la Paz como su aval para convocar unas elecciones generales y conseguir mayoría absoluta. Y con sus aliados nacionalistas quizá podrían demoler la constitución de 1978.
El transparente Zapatero insulta a la democracia española con su obscena reunión, que ha sido pública pero furtiva, reservada, clandestina, secreta, oculta, subrepticia, sinuosa, tortuosa, tenebrosa. Como si esto fuera una dictadura bananera al estilo de sus admirados Castro, Chávez o Kirchner. Claro que la paz que Zapatero está pactando con Otegi y con Ibarretxe es la paz de los cementerios. Cementerios que darán piadosa sepultura no sólo a la democracia española sino a muchos ciudadanos que sucumbirán víctimas de la limpieza étnica y del enfrentamiento civil.
2 comentarios
comomerio -
Esto si que es una democracia asentada.
cie -