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LA VASCONIA DE LAS LUCES

islamismo

Aliándose con el enemigo

Aliándose con el enemigo Zapatero sigue dándonos la brasa con su teoría de la alianza de civilizaciones. Como discurso buenista, pacifista y angelical de un líder populista, que busca satisfacer los ingenuos sentimientos de una buena parte de los ciudadanos para mantenerse en el poder, es entendible, aunque absurdo, según explica con claridad meridiana el historiador Henry Kamen en ¿Qué alianza? ¿Qué civilizaciones?.

Pero hoy desvela en una filtración a EL PAÍS que propone un pacto contra el terrorismo internacional (quiere decir islamista) con la colaboración de los países islámicos (sic). Es decir, pretende llevar su falaz alianza de civilizaciones hasta el absurdo. No es suficiente estupidez desear una alianza entre las democracias occidentales y las teocracias islámicas. No es suficiente barbaridad querer compartir valores como ausencia de libertad de expresión, de religión y de acción política, discriminación de la mujer hasta llegar a la lapidación por conducta inmoral (sic), intolerancia sexual, etc.

Pues no parece suficiente. Ahora Zapatero pretende aliarse con el caldo de cultivo del fanatismo islámico que produce el terrorismo islamista para acabar con éste (sic). Es justamente el espíritu contrario del Pacto por las libertades y contra el terrorismo que ha permitido la derrota política de ETA y la casi derrota operativa de esta banda terrorista. Precisamente el preámbulo de este pacto denunciaba el caldo de cultivo y el apoyo indirecto al terror nacionalista de ciertos partidos nacionalistas, que es lo que hizo que estos no firmaran el pacto, pero que era la clave para estrangular la base ideológica, social y financiera de ETA.

Pues ahora Zapatero pretende justo lo contrario: dar soporte al fanatismo islámico que genera recursos humanos y financieros para el terrorismo islamista. Zapatero pretende que nos aliemos con nuestro enemigo. ¡Conmigo que no cuente!

Aliándose con el enemigo

Aliándose con el enemigo Zapatero sigue dándonos la brasa con su teoría de la alianza de civilizaciones. Como discurso buenista, pacifista y angelical de un líder populista, que busca satisfacer los ingenuos sentimientos de una buena parte de los ciudadanos para mantenerse en el poder, es entendible, aunque absurdo, según explica con claridad meridiana el historiador Henry Kamen en ¿Qué alianza? ¿Qué civilizaciones?.

Pero hoy desvela en una filtración a EL PAÍS que propone un pacto contra el terrorismo internacional (quiere decir islamista) con la colaboración de los países islámicos (sic). Es decir, pretende llevar su falaz alianza de civilizaciones hasta el absurdo. No es suficiente estupidez desear una alianza entre las democracias occidentales y las teocracias islámicas. No es suficiente barbaridad querer compartir valores como ausencia de libertad de expresión, de religión y de acción política, discriminación de la mujer hasta llegar a la lapidación por conducta inmoral (sic), intolerancia sexual, etc.

Pues no parece suficiente. Ahora Zapatero pretende aliarse con el caldo de cultivo del fanatismo islámico que produce el terrorismo islamista para acabar con éste (sic). Es justamente el espíritu contrario del Pacto por las libertades y contra el terrorismo que ha permitido la derrota política de ETA y la casi derrota operativa de esta banda terrorista. Precisamente el preámbulo de este pacto denunciaba el caldo de cultivo y el apoyo indirecto al terror nacionalista de ciertos partidos nacionalistas, que es lo que hizo que estos no firmaran el pacto, pero que era la clave para estrangular la base ideológica, social y financiera de ETA.

Pues ahora Zapatero pretende justo lo contrario: dar soporte al fanatismo islámico que genera recursos humanos y financieros para el terrorismo islamista. Zapatero pretende que nos aliemos con nuestro enemigo. ¡Conmigo que no cuente!

Aliándose con el enemigo

Aliándose con el enemigo Zapatero sigue dándonos la brasa con su teoría de la alianza de civilizaciones. Como discurso buenista, pacifista y angelical de un líder populista, que busca satisfacer los ingenuos sentimientos de una buena parte de los ciudadanos para mantenerse en el poder, es entendible, aunque absurdo, según explica con claridad meridiana el historiador Henry Kamen en ¿Qué alianza? ¿Qué civilizaciones?.

Pero hoy desvela en una filtración a EL PAÍS que propone un pacto contra el terrorismo internacional (quiere decir islamista) con la colaboración de los países islámicos (sic). Es decir, pretende llevar su falaz alianza de civilizaciones hasta el absurdo. No es suficiente estupidez desear una alianza entre las democracias occidentales y las teocracias islámicas. No es suficiente barbaridad querer compartir valores como ausencia de libertad de expresión, de religión y de acción política, discriminación de la mujer hasta llegar a la lapidación por conducta inmoral (sic), intolerancia sexual, etc.

Pues no parece suficiente. Ahora Zapatero pretende aliarse con el caldo de cultivo del fanatismo islámico que produce el terrorismo islamista para acabar con éste (sic). Es justamente el espíritu contrario del Pacto por las libertades y contra el terrorismo que ha permitido la derrota política de ETA y la casi derrota operativa de esta banda terrorista. Precisamente el preámbulo de este pacto denunciaba el caldo de cultivo y el apoyo indirecto al terror nacionalista de ciertos partidos nacionalistas, que es lo que hizo que estos no firmaran el pacto, pero que era la clave para estrangular la base ideológica, social y financiera de ETA.

Pues ahora Zapatero pretende justo lo contrario: dar soporte al fanatismo islámico que genera recursos humanos y financieros para el terrorismo islamista. Zapatero pretende que nos aliemos con nuestro enemigo. ¡Conmigo que no cuente!

Aliándose con el enemigo

Aliándose con el enemigo Zapatero sigue dándonos la brasa con su teoría de la alianza de civilizaciones. Como discurso buenista, pacifista y angelical de un líder populista, que busca satisfacer los ingenuos sentimientos de una buena parte de los ciudadanos para mantenerse en el poder, es entendible, aunque absurdo, según explica con claridad meridiana el historiador Henry Kamen en ¿Qué alianza? ¿Qué civilizaciones?.

Pero hoy desvela en una filtración a EL PAÍS que propone un pacto contra el terrorismo internacional (quiere decir islamista) con la colaboración de los países islámicos (sic). Es decir, pretende llevar su falaz alianza de civilizaciones hasta el absurdo. No es suficiente estupidez desear una alianza entre las democracias occidentales y las teocracias islámicas. No es suficiente barbaridad querer compartir valores como ausencia de libertad de expresión, de religión y de acción política, discriminación de la mujer hasta llegar a la lapidación por conducta inmoral (sic), intolerancia sexual, etc.

Pues no parece suficiente. Ahora Zapatero pretende aliarse con el caldo de cultivo del fanatismo islámico que produce el terrorismo islamista para acabar con éste (sic). Es justamente el espíritu contrario del Pacto por las libertades y contra el terrorismo que ha permitido la derrota política de ETA y la casi derrota operativa de esta banda terrorista. Precisamente el preámbulo de este pacto denunciaba el caldo de cultivo y el apoyo indirecto al terror nacionalista de ciertos partidos nacionalistas, que es lo que hizo que estos no firmaran el pacto, pero que era la clave para estrangular la base ideológica, social y financiera de ETA.

Pues ahora Zapatero pretende justo lo contrario: dar soporte al fanatismo islámico que genera recursos humanos y financieros para el terrorismo islamista. Zapatero pretende que nos aliemos con nuestro enemigo. ¡Conmigo que no cuente!