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LA VASCONIA DE LAS LUCES

LA SOBRESALTADA ESPAÑA

LA SOBRESALTADA ESPAÑA \"La sobresaltada España es un conglomerado de repúblicas mal gobernadas por políticos oportunistas, mediocres y estúpidos\".

Esta sentencia sería atribuida sin ninguna duda por cualquier analfabeto político que perteneciera al PSOE de Zapatero o a sus amos del “intelectual orgánico” de PRISA a esa derecha montaraz, crispadora, apocalíptica y “facha” que representa al parecer el PP.

Desgraciadamente, lo que podría ser perfectamente una radiografía de la España de Zapatero que está engendrándose no pertenece a este siglo XXI, sino a la España decimonónica que desembocó en el ¡viva Cartagena libre! y en el caballo de Pavía cabalgando por las Cortes. Esa frase sobre la “sobresaltada España” pertenece a ese fino analista –aunque pésimo profeta- que fue Karl Marx, que no es precisamente un referente ideológico del PP, acerca de la I República, ese experimento fracasado de república federal.

Dicen que el inspirador del Plan Zapatero para convertir España en una confederación ibérica de comunidades nacionales (sic), al estilo de la I República pero bajo el disimulado armiño de los Borbones, es un socialista ya fallecido de nombre Anselmo Carretero. Este personaje, segoviano de nacimiento pero leonés de adopción y amigo del padre de Zapatero, es el inventor de ese círculo cuadrado que es la imposible definición de España como “nación de naciones”.

Este pobre hombre, sin ánimo de comparar en el ámbito intelectual con el filósofo de Tréveris, ha resultado tan fatal profeta como él. Decía el ínclito Carretero en los años setenta:

“El federalismo está uniendo a los pueblos yugoslavos que hasta ayer se desangraban en permanentes luchas fraticidas (…) y ha podido mantener juntos los numerosos pueblos y vastos territorios del vasto imperio ruso y en él está la solución definitiva para el problema de la nación española”.

O sea, que el futuro esplendoroso que espera a la España como confederación de naciones (sic) es el mismo que las extintas Yugoslavia y URSS.

La extinción.

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